En junio de 2015, a Marithe le diagnosticaron el Síndrome de Guillain-Barré, un trastorno poco común que hace que el sistema inmunitario ataque al sistema nervioso periférico, cuyos nervios conectan al cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo.
No se conoce la causa exacta que lo provoca y en el caso de Marithe era severo.
“El 12 de junio de 2015 me levanté y ya no tenía fuerzas en mis pies y en el transcurso del día la fue perdiendo en todo mi cuerpo, no podía mover ni un dedo”, rememora. Su esposo y sus hijos se turnaban para cuidarla. Su familia y amigos la apoyaban moral y económicamente.
Fueron días difíciles, “pasé un mes y medio sin dormir día y noche”, recuerda Marithe. Sin embargo nunca se deprimió y tuvo fe. «Siempre supe que iba a volver a caminar, Dios me hizo el milagro, volver a caminar significa ya no depender de nadie, estoy feliz, muy feliz”, destaca Marithe.
Ahora su próximo paso será a cumplir las promesas que hicieron sus amigos por ella. “Iré a darle a gracias al Señor de los Milagros en Ciudad Antigua, y a la Virgen de la Piedra, en Dipilto”, dice agradecida. y con un ánimo que parece inquebrantable.