
El río Coco o Wangki, como lo llaman los miskitos, es un delimitador natural de Nicaragua con Honduras, nace en el Cañón de Somoto, pasa por Nueva Segovia, y luego divide ambos países hasta desembocar en el mar caribe.
Sus más de 680 kilómetros de extensión lo convierten en uno de los ríos más grandes de Centroamérica y ha sido el hogar de comunidades miskitas y escenario de cruentas batallas.
Los historiadores cuentan que la fundación de Nueva Segovia fue el incentivo para que piratas y corsarios ingleses navegaran sus aguas, con el fin de saquear la ciudad, aunque actualmente su navegación está amenazada por la deforestación y la sequía.
Sus aguas son el hogar de innumerable cantidad de peces, anfibios y reptiles, además de dividir dos países, delimita dos de las reservas de biósfera más importantes de Centroamérica, Bosawás y Rio Plátano, representan una importante fuente de vida para comunidades indígenas y son una importante vía de comunicación en el extremo norte de Nicaragua.
Coco o Wangki, no importa cómo se llame, aprendamos a cuidarlo y contribuyamos con su recuperación, porque más que dividir países, reparte vida.